
Un casamiento muy original

Juan Martin Lecueder y Manuela Fynn se casaron el 22 de marzo en la Parroquia Stella Maris y festejaron en dos lugares diferentes, primero en Obra y después en la casa de los padres del novio, todo a una cuadra de distancia.







La novia
Manuela llevó un vestido diseñado por Chiara Deffeminis y confeccionado por Analía Etcheverrygaray. “Si me casaba, sabía que el vestido era con Chiara. Para definirlo, lo único que le dije fue que no quería sentirme disfrazada. Confié por completo en ella y en Analía”, contó Manuela.
El peinado estuvo a cargo de Flo Pollio y el maquillaje de Tati Lestido. Como accesorios, usó unas peinetas antiguas que Chiara Deffeminis encontró navegando en internet. Las caravanas eran de Cleo by Flo Pollio, y las pulseras y el anillo, de SilverBug. Los zapatos eran de Rosa Rosa. Manuela se preparó en la casa de sus padres.






La ceremonia
La ceremonia se realizó en la Parroquia Stella Maris. La novia entró del brazo de su padre, con la música de “Can’t Help Falling in Love” interpretada en saxo, piano y guitarra. Ofició la misa el Padre Nicolás Gastaldi. La música de la ceremonia estuvo a cargo de un coro de amigos, y la decoración fue realizada por Valen Ruiz. Al finalizar, los novios salieron con “Wouldn’t It Be Nice” como música de fondo.




La Fiesta
Después de la ceremonia, la fiesta continuó a pie hasta Obra, a media cuadra de la parroquia. Todo el recorrido fue caminando. A las 19 comenzó la celebración en Obra, con música en vinilos a cargo de Santi y Fer, amigos de los novios. La propuesta gastronómica estuvo a cargo de los tres locales dentro de Obra: Ola Poke, Café Valderrama, El Fondito y Rigor. A las 23, todos se trasladaron caminando a la casa de los padres del novio, a una cuadra, acompañados por un saxofonista. Allí comenzó la segunda parte de la fiesta. La música estuvo a cargo de Brian Rial y Fio Cuello, quienes se turnaron durante toda la noche.
“La verdad que la rompieron toda la noche, y sin indicaciones nuestras. Dejamos que cada uno que fue parte del casamiento proponga su trabajo como creían mejor, y creo esto fue la clave de que todo salga tan espectacular como salió! ” comentó Manuela. La ambientación fue realizada por Traza.
La noche de bodas la pasaron en la casa de los padres del novio, “Dormimos en lo de mis suegros, donde fue la fiesta. Pero al otro día nos despertamos y nos fuimos al hotel Costanero, regalo de unos amigos, y nada más espectacular para descansar y hacer cuentos”, contó la novia.
Cuando le preguntamos qué fue lo mejor del casamiento, no dudó: “¡La energía de todos los que fueron! Sin duda fue el día más feliz de nuestra vida gracias a todos nuestros amigos y familia”. Y sobre un momento especial, agregó: “La ceremonia, sin duda nos sorprendió, fue muy especial para los dos”.