Entre las hortensias
DÓNDE FUE
Jaime Zumalacárregui y Celia Torres se casaron un 16 de julio en la Coruña , España. Todo fue decorado con hortensias que es la flor de Galicia.La ceremonia religiosa fue en la Parroquia de San Coseme de Piñeiro, en Cedeira, Coruña, y la fiesta en el pazo de la familia del novio enel valle de Santa María de Regoa. Todo fue organizado por El Sofá Amarillo.
EL VESTIDO DE LA NOVIA
“El vestido era diseño de Sole Alonso, con una suave bámbula de seda bordada que elegí en el propio taller de Sole Alonso. El diseño recordaba a un kimono japonés, de líneas sencillas, escote cruzado y unas amplias mangas vaporosas”, contó la novia.
En la mano llevó un mini ramito de rosas pitiminí realizado por María Salazar.
EL TOCADO
El tocado era obra de Suma Cruz: una corona completa, realizada con una base de hojas doradas y aderezada con detalles de flores, bayas, piedras y animales, como dos ratones (que tienen un significado especial para los novios), un cocodrilo (como guiño a Miami, una ciudad a la que viajan mucho) y un escarabajo (marca de la casa de Suma Cruz).
La novia se vistió en la misma casa familiar donde se celebró la fiesta, con su madre, su suegra y sus dos mejores amigas.
El novio llegó a la iglesia con su padre y dos testigos, en un Mini Moke descapotable antiguo que está en la familia desde hace décadas.
LA CEREMONIA RELIGIOSA
El casamiento fue en la Parroquia de San Cosme de Piñeiro, en Cedeira. La decoración fue de El Sofá Amarillo y el arreglo floral lo hizo María Salazar.
“Entré con mi padre y sonaba mi canción favorita, ‘Gabriel’s Oboe’, de la banda sonora de La Misión, de Ennio Morricone”, contó Celia.
LA FIESTA
La celebración tuvo lugar en un pazo de la familia de Jaime, en el valle de Santa María de Regoa, al lado de Cedeira. Es el lugar donde la familia Zumalacárregui ha veraneado toda la vida y donde los novios pasan siempre algunos días en vacaciones.
LOS ARREGLOS FLORALES
Las flores estuvieron a cargo de María Salazar, y la decoración fue muy colorida y alegre, con diversas especies de flora, aunque con un gran protagonismo de las hortensias, por ser la flor típica de Galicia. “Queríamos una decoración floral fuera de lo convencional, divertida y muy abundante. Las flores eran de las cosas más importantes para nosotros, ya que queríamos resaltar la idea de estar en medio del campo, rodeados de montañas y de naturaleza”, explicó Celia.
LA DECORACIÓN
Se iluminó la carpa de la cena con bombitas de led que simulaban el cielo estrellado, además de iluminarse todos los jardines y la vegetación de la finca con focos de luz indirecta.
Mezclaron mesas largas de madera desnuda con otras mesas redondas con manteles en rosa, que dieron una luz espectacular. Eligieron sillas de bambú, platos de sitio de rafia y vasos de agua y servilletas en color rosa.