Cómo elegir quien los casa
En el caso de la ceremonia religiosa, y siempre que sea posible, lo ideal es ponerse en contacto con el oficiante de la ceremonia cuanto antes. De esta manera podrán conocerse, contarle sus inquietudes, lo que ustedes piensan acerca del matrimonio y lo que esperan de ese día tan especial. Muchas veces sucede que en el mismo curso prematrimonial la pareja conoce a quien celebrará la ceremonia en que se convertirán en marido y mujer.
EL RITO CATÓLICO
Según el padre Robin Traverso, es muy importante que las parejas elijan a su oficiante con tiempo: “A la pareja le surgirá espontáneamente elegir a aquel diácono, presbítero u obispo, ya sea porque es conocido y les cae bien, o es amigo, o es familiar, y por tanto desearían que fuera él quien presidiera la confirmación del amor de la pareja ante Dios y la comunidad de familiares y amigos en la ceremonia religiosa”, explicó. De todas maneras, explicó, en caso de que los futuros novios no conozcan a ningún diácono, presbítero u obispo, importa que quien vaya a presidir la ceremonia tenga al menos un encuentro de mutuo conocimiento, y que prepare la ceremonia con la pareja con la debida antelación.
“Lo que hace especial una ceremonia es la actitud de los novios. Los fuertes sentimientos de la pareja se van traduciendo en pequeños pero cargados gestos de amor de uno al otro, que rápidamente se transmiten hacia todos los que allí están presentes, y será una boda recordada por las emociones vividas” explicó el padre Robin Traverso a Bodas.
En caso de que los novios comulguen durante la ceremonia, sería importante que pudieran confesarse con el mismo sacerdote que luego va a oficiar su casamiento. Al respecto, Robin Traverso explicó que “lo primero que hay que salvar en el aspecto del sacramento de la Reconciliación es la absoluta libertad de quien elige para confesarse al presbítero u obispo que considere. En cuanto les pueda resultar más conveniente confesarse con el ministro religioso que va a presidir su propia celebración, depende de muchos factores de tipo relacional, fundamentalmente. Si así se diera, obviamente que favorece el relacionamiento entre presbítero (u obispo) y los novios, para el momento que están viviendo, y para el futuro”.
De todas maneras, la preparación de este momento comienza mucho tiempo antes, con las charlas de preparación al sacramento del matrimonio que realiza la Iglesia Católica: “Lo primero de lo que se habla es acerca de esa hermosa, enriquecedora e importantísima experiencia vital, no solo de mutuo conocimiento de la pareja, sino del proceso de cómo, durante la etapa del noviazgo han ido logrando una comunión básica que vislumbre una feliz vida en común en el matrimonio”, explicó el padre Robin.
EL RITO JUDÍO.
El rabino Eliezer Shemtov, de la Beit Jabad Uruguay, resaltó la importancia de que los futuros novios se contacten con el rabino oficiante antes de fijar siquiera la fecha de la boda para asegurar que la fecha es habilitada para realizar un casamiento. Hay épocas determinadas en las que no se realizan casamientos por ser fechas festivas o de duelo nacional. También, hay que coordinar la boda en consonancia con el ciclo de la novia.
“Casarse es relativamente fácil; permanecer casados está estadísticamente destinado al fracaso. Ayuda mucho al éxito del matrimonio entrar e este con una buena preparación” explicó Eliezer Shemtov a Bodas. “Nuestras tradiciones milenarias han comprobado su éxito. Las clases previas con el rabino son la llave para acceder a dichos secretos”.
Para la religión judía, la vida de pareja está regulada por leyes bíblicas que hacen que la convivencia tenga una dimensión de santidad, explicó el rabino, por eso durante la preparación al casamiento se estudian los pormenores de dichas leyes y su fundamentación filosófica y psicológica.
Según las tradiciones, cada boda consiste en la celebración de la unión de tres socios: el novio, la novia y Dios. Cuanto más se pone énfasis en la presencia y participación del tercer socio, tanto más divina será la experiencia y tanto más extensa y duradera su bendición. Los novios deben acercarse al rabino con tiempo para comenzar la preparación “Cuanto más tiempo le dedican, tanto más resultado da”, explicó Eleizer quien además comentó que durante este tiempo se trata mucho el tema del noviazgo, aunque en forma cómplice no quiso dar detalles al respecto para no “asustar” a los futuros esposos.
CEREMONIA CIVIL.
En Uruguay, la ceremonia civil no suele ser tan “expresiva” como la religiosa, en especial cuando se da en las oficinas del Registro Civil. De todas maneras, existen formas de “personalizar” este momento y hacerlo lo más emotivo posible, si es así el deseo de los contrayentes.
Las parejas que deciden llevar al juez a un domicilio particular le conocen en el momento en que se anotan para casarse, que puede ir de tres meses a un par de semanas antes. Al conocer a la persona que va a oficiar su unión, pueden plantearle la posibilidad de, dentro de la estructura, escribir sus propios votos, incorporar alguna lectura (que puede ser llevada a cabo por familiares o amigos) o un tema musical.
Este tipo de elecciones no se pueden hacer en el caso de los casamientos civiles realizados en el Registro Civil. En ese caso lo ideal es personalizar el momento mediante unas palabras que los novios o alguno de los padrinos pueden decir a los asistentes a la salida del edificio o en el local en donde se haga el brindis posterior.
Ivonne, oficial del Estado Civil, cree que cada oficiante y cada ceremonia es distinta: “Es muy subjetivo, cada oficial le pone una impronta que determina cómo va a ser el casamiento, más allá de la parte formal, cada cual lo hace a su manera”, explicó a Bodas.
Un toque de romanticismo, buena presencia, una oratoria correcta, facilidad de palabra y mucha felicidad –porque la gente sigue eligiendo el camino del matrimonio– son las armas con que llega Ivonne a celebrar esta unión y a “trabajar” en uno de los momentos más importantes de la vida de una pareja.
“Preparo algo sin hablar con los novios, digo lo que quiero le pongo mi personalidad, y trato de formar un recuerdo que dure para siempre. Siempre en un ámbito de respeto, no hay que olvidar que uno tiene la faja matrimonial y que se trata de una obligación. Mientras cumplas las reglas del código, el resto va en vos”, dijo la oficial, que conoce a los novios el día que les da la hora para la boda y de esa interacción toma muchos elementos para sacar a la luz el día del casamiento.
Lo más gratificante de este trabajo es, para los jueces, romper con el estigma del casamiento civil, participando de un momento tan especial, acompañando a la pareja y que al otro día la llamen para agradecerle, o seguir encontrándose en la calle con parejas que alguna vez unió. “Juntos se puede mejor que solos”, dice Ivonne.
CUANDO LLEGAN LOS HIJOS
Muchas parejas eligen que el sacerdote que los casó luego sea quien bautice a sus hijos. Según el padre Robin, “es por la relación de amistad, de solidaridad afectiva de ese diácono, o presbítero u obispo lo que hace que ese ministro de la Iglesia pase a ser un nuevo amigo de la familia que puede haberse creado a partir del sacramento del Matrimonio. Es alguien que sigue compartiendo la vida familiar de los novios”.
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