Cómo ahorrar en el gran día
1. El civil en el registro
Una de las formas de ahorrar en el gran día es casarse en el Registro Civil. El costo del casamiento civil fuera del Registro Civil es de $ 18.430. Hoy en día los novios que se casan también por ceremonia religiosa, como tienen que afrontar dos festejos, hacen su casamiento civil en el Registro, donde solo cuesta $ 306, y después convocan a sus invitados a festejar en otro lugar. No es el caso de los que se casan solo por civil, a quienes les gusta llevar al juez al lugar donde hacen la fiesta, ya que esa es su única ceremonia.
Solicitar la participación de más testigos que los cuatro obligatorios también significa un gasto extra: el costo de cada testigo adicional es de $ 766 (en caso de desearlo, se deberá abonar esa suma por cada uno).
2. Casarse en invierno
La temporada alta de casamientos en Uruguay es en primavera y verano, por el buen tiempo, pero casarse fuera de esas estaciones puede reducir bastante el presupuesto. Alejandra Gonella, una de las directoras de La Hacienda, explica que para disminuir el costo de la celebración es determinante considerar la época del año en que se realiza la boda. “Es fundamental pensar en la temporada en que se decide hacer el casamiento. Si es baja temporada, los presupuestos de salones bajan un 30 o 40 %. Por otra parte, si piensan en un viernes, en lugar de un sábado, también se logran mejores precios”.
3. Recortar la lista de invitados
Recortar la lista de invitados es una de las formas por las que más se puede ahorrar en un casamiento. Quince invitados más no solo aumentan el presupuesto de la comida y la bebida, sino también de una mesa, un arreglo floral, un mantel y hasta un mozo más que hay que calcular. Hay novios con familias grandes y con muchos compromisos hacia personas que deben invitar, pero aunque parezca complicado siempre se puede dejar a alguien fuera. Para ello conviene hacer una lista inicial y revisarla para eliminar invitados que no sean tan cercanos o con los que se haya perdido relación en el último tiempo. Un lindo gesto es enviar una participación a quienes no podés invitar.
Una costumbre muy usada en Argentina, que se impuso en Uruguay, es convocar a los jóvenes después de las 24:00. Es perfecto para invitar a los del cuadro de fútbol, los compañeros de trabajo o los amigos de los hermanos de los novios. En este caso, se invita temprano a las personas más cercanas, para el cóctel y la cena; y a los jóvenes, para el baile, ahorrando el costo del plato.
4. Un cóctel más corto
En la comida se puede reducir el presupuesto cuidando los tiempos para servirla. Gabriela Petit de la Villéon, de la empresa Gabriela Petit de la Villéon Catering, explica que “la definición del timing puede colaborar a la economía, ya que si se hace una recepción inicial de una hora y se sirve el plato caliente enseguida, se pueden servir menos bocados y además los jóvenes quedan más contentos porque empieza antes la música bailable. Que el menú sea de mesa formal, todos sentados, o informal no implica necesariamente que uno sea más barato que otro; incluso a veces el servicio con estaciones es engañoso en cuanto a eso: parece más informal y casual, y como hay más variedad y más infraestructura de armado, al final puede ser más caro. Además, todo esto depende más de lo que se sirve que de cómo se sirva”.
Es fundamental hablar con la persona encargada del catering, y decirle lo que uno está dispuesto a gastar, así pueden recomendar un menú acorde al presupuesto que tienen. La chef Elena Tejeira explica que nunca hay que “hacer un evento donde se hayan descuidado detalles que luego generen malestar entre los invitados. En el catering hay, por supuesto, mil opciones que permiten encontrar la ecuación perfecta para cada boda. Lo importante es sentarse y charlar abiertamente con el proveedor de catering y plantear todo con absoluta franqueza”. Siempre se puede conseguir un menú sabroso y elegante. La pasta, los crepes, las variedades de arroz y el pollo son, por lo general, más económicos que la carne de ternera, el lomo o los mariscos.
5. Más verde y menos flores
A la hora de decorar un espacio también existen recursos para economizar. La experta en arreglos florales Cinzia Bialade aconseja, para recortar costos, decorar con “el material verde, que está muy de moda; si bien subió el precio, igual rinde más que las flores y viste más el espacio”. “Otra cosa que se puede utilizar son objetos personales, como candelabros, jarras, floreros de propiedad de la familia, con poco material vegetal”, agrega Bialade. En el caso de las flores, recomienda utilizar “las flores nacionales, que son más baratas que las importadas, pero las variedades son más restringidas”. De producción nacional se pueden encontrar fresias, astromelias, bocas de sapo, liliums, yerberas, alelíes y hortensias.
La decoradora de fiestas Alejandra Gonella coincide en la sugerencia de utilizar flores nacionales y que sean de estación, y agrega que “la abundancia de las flores también condiciona mucho el costo de los arreglos, si bien la mano de obra se mantiene. Al pensar en hacer un casamiento, si no existe mucho presupuesto, lo ideal es ir a una ambientación minimalista, donde los manteles estén perfectamente planchados, las velas alineadas ¡y muchas! Y apuntar a un espacio de mucha perfección en la iluminación”.
Marcelo Rodríguez, director de Latin Design & Events, considera que “lo ideal es poder trabajar sobre una temática o sobre un combo en la decoración. Nosotros tenemos paquetes prearmados”. Estos paquetes son creados con diseños de la empresa filial Te lo Alquilo.
6. All Inclusive
Aprovechar los paquetes que incluyen salón y servicios es a veces más económico que si uno contrata cada especialista por separado. Muchos salones ofrecen un servicio integral que provee al disc jockey, los muebles, el servicio de seguridad, servicio de limpieza, servicio de baños, ropería y hasta el catering, logrando precios muy en cuenta en relación con lo que significaría contratar cada servicio por separado.
7. Mesas y sillas
Muchos lugares para fiestas ya tienen mesas, sillas y livings. Pero si hay que alquilar mobiliario aparte, si bien a los jóvenes les gustan los livings, es más económico sentar a 10 personas en una mesa con sillas que en un living con una mesa ratona, incluso si a la mesa se le pone mantel, y a las sillas, a veces, cubresillas. En este cálculo tomamos en cuenta el alquiler de las sillas tijera de madera, que están en el entorno de $ 30 más IVA, y son las más baratas; porque las sillas Tiffany o Versalles salen casi el triple, aproximadamente $ 98 más IVA la unidad.
Hay muchas formas de decorar un salón con sillas y mesas y que quede impactante, ya sea con mesas largas o combinando mesas rectangulares y redondas.